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Los Escritos de Luisa Piccarreta

“Así no, padre, sino de rodillas hay que leer estas palabras, porque es Jesús quien habla”.

(Papa San Pío X a San Aníbal, al escuchar la Hora de la Crucifixión, 1913)

 

“Volúmenes de sublimes revelaciones, que piadosamente creemos –siempre salvo los juicios de la Santa Iglesia— son hechas por Nuestro Señor Jesucristo a una alma queridísima hija y discípula suya...  Estas revelaciones tienen por finalidad establecer en la Tierra el Triunfo completo del Reino de la Divina Voluntad.”

(San Aníbal Ma. di Francia, 1926)

 

“Todos los escritos de Luisa deben aprobarse.”

(Card. Joseph Ratzinger a Mons. Ricardo Guízar Díaz, octubre 1990)

 

 

Sobre los Escritos de Luisa Piccarreta

 

 

Están integrados principalmente por:

 

  1. Su “diario”, escrito en 36 libretas o “volúmenes”.

  2. “Las Horas de la Pasión” o el Reloj de la Pasión, —como lo llamó San Aníbal Ma. di Francia—.

  3. “La Virgen María en el Reino de la Divina Voluntad”

  4. “Memorias de mi Infancia”.

  5. Oraciones varias.

  6. Innumerables cartas a diversas personas.

 

Su Diario espiritual es la base y fuente de todos sus demás escritos. No es un tratado de teología hecho por un erudito, no son lecciones planeadas de religión y apoyadas con citas bíblicas o una especie de catequesis ordenada por temas de un pastor de almas, no es un curso estructurado de espiritualidad de un especialista estudioso; es la vida espiritual e interior de una virgen seglar consagrada sencilla, son sus experiencias místicas íntimas con su amado Jesús, las enseñanzas divinas que Él le da de tú a tú, de acuerdo a las circunstancias de la vida de ella y a la pedagogía divina particular con ella, en que usa un lenguaje peculiar: el lenguaje místico.

Así expresa Luisa misma qué escribe, porqué escribe y cómo escribe:

 

“Por pura obediencia comienzo a escribir.

Tú sabes ¡oh Señor! que el sacrificio que me cuesta hacer esto es tal, que me sometería a mil muertes antes que escribir una sola línea de LAS COSAS QUE HAN PASADO ENTRE TÚ Y YO. ¡Oh Dios mío! Mi naturaleza se estremece, se siente aplastada y casi deshecha con solo pensarlo. ¡Ah, dame la fuerza, oh Vida de mi vida, para que pueda cumplir la santa obediencia! Tú, que diste la inspiración al confesor, dame a mí la gracia de poder cumplir lo que me manda. (Inicio del Volumen 1)

 

“Por orden del confesor empiezo a escribir LO QUE PASA ENTRE MÍ Y NUESTRO SEÑOR DÍA POR DÍA.

Confieso la verdad: siento una gran repulsión. Es tanto el esfuerzo que debo hacer para vencerme que sólo el Señor puede saber el suplicio de mi alma. Pero ¡oh santa obediencia, qué atadura tan fuerte eres! Sólo tú podías vencerme, y haciéndome superar todas mis repulsas, que son casi como montes insalvables, me atas a la Voluntad de Dios y del confesor... Y ¡oh Esposo Santo! siendo tan grande el sacrificio, grande es también la ayuda que necesito; no quiero más que me tomes en tus brazos y me sostengas. Así, asistida por ti, podré decir sólo la verdad, sólo para gloria tuya y para confusión mía.” (Inicio del volumen 2)

 

Hay que hacer notar dos características fundamentales que se mantienen siempre como origen y base de sus escritos:

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  1. Todo lo que Luisa escribió, lo hizo sólo por obediencia a los diferentes confesores que tuvo, a partir de Don Genaro di Gennari.  Innumerables veces así lo señala, y no son pocas las veces que expresa su gran pena y repugnancia por escribir. Diversas ocasiones le es renovada la orden y siempre se somete y la cumple, a pesar del duro sacrificio  que esto significaba para ella. 

  2. Ese rechazo a manifestar por escrito las intimidades entre su alma y Jesús, es señal de pudor espiritual, que consiste en una santa vergüenza producida por la modestia y la humildad profundísima, como un regalo que sólo el Espíritu Santo da a pocas almas de verdadero espíritu, que hace que tengan como cosas íntimas las gracias y las experiencias espirituales, guardadas como en un frasco de perfume que no quisieran destapar para que otros lo huelan; como un jardín florido al cual sólo le es permitido entrar al Jardinero para que sea el único que se deleite en las diversas flores, una tan bella como la otra, que Él mismo ha hecho brotar. A diferencia de otras almas que se sienten obligadas a externar y gozan cuando manifiestan a voz de trompeta las gracias —imaginarias casi siempre— con las que suponen que han sido favorecidas por Dios. Esta actitud contraria que es causada por una soberbia espiritual, es lo opuesto al pudor, y lleva al alma a sentirse mejor que las demás y a llevar una vida espiritual falsa.

Las virtudes de pudor espiritual, profunda humildad, amor al escondimiento, se encuentran a lo largo de todo su “diario”, al inicio de cada volumen y sobre todo resaltan en circunstancias en que debe escribir acerca de favores y gracias únicas concedidas a ella.

​

Dichas virtudes, junto con la obediencia heroica de escribir venciéndose a sí misma y de manera continuada durante casi 40 años, son prueba inequívoca de un espíritu auténticamente sobrenatural, de una virtud sólida y probada, como asegura su santo confesor que la conoció tan bien interiormente: San Aníbal Ma. di Francia.

​

La intención de los confesores al darle la orden de escribir sus intimidades con  Jesús era originalmente para el análisis y discernimiento del confesor y por su medio, del obispo, por quien siempre fue acompañada. Transcurridos varios años, los mismos confesores, después de minucioso discernimiento y también de constatar los benéficos efectos en ellos mismos al leer lo que Luisa escribía, pensaron en el gran bien que  esos escritos podrían llevar a muchas almas y ellos, empezando por San Aníbal, prepararon la publicación de algunos de los escritos y los publicaron, venciendo con la obediencia nuevas resistencias de Luisa y logrando que aceptara la publicación de sus intimidades con Jesús, con la condición que jamás apareciera el nombre de Luisa, sino el de los confesores.

 

Del  estudio y discernimiento continuo de los confesores y obispos de Luisa hacia ella y sus escritos, transcribimos cuatro opiniones autorizadas, es decir, de sacerdotes designados por la autoridad legítima para estudiarlos y dar su opinión sobre ellos.

 

  1. La de San Aníbal María di Francia, Fundador de los Padres Rogacionistas del Corazón de Jesús y de las Hijas del Divino Celo. Director espiritual de varias almas místicas. Censor y Revisor Eclesiástico de los escritos de Luisa. Además, ya reconocido oficialmente santo por la Iglesia, “con la beatificación del Padre Annibale M. Di Francia han sido aprobados por la Iglesia también sus escritos y por lo tanto también sus Introducciones a las obras de Luisa.” (De la homilía de S. E. Mons. Giuseppe Carata, Arzobispo de Trani, 23/1/1991)

“Son Volúmenes de sublimes revelaciones, que piadosamente creemos –siempre salvo los juicios de la Santa Iglesia— son hechas por Nuestro Señor Jesucristo a una alma queridísima hija y discípula suya...  Estas revelaciones tienen por finalidad establecer en la Tierra el Triunfo completo del Reino de la Divina Voluntad.

La parte del volumen 11 en adelante, encierra toda la finalidad para la cual Nuestro Señor Jesucristo quiso elegirse un alma como instrumento en su mano omnipotente, quiso plasmarla a su modo y hacer de ella un medio para manifestar al mundo una doctrina toda nueva, a fin de ilustrar lo que quiere decir Divina Voluntad y preparar así el gran triunfo del tercer Fiat sobre la tierra.

Las revelaciones que llenan volúmenes manuscritos de la Autora de las “Horas de la Pasión” sobre el tema de la Voluntad de Dios tienen el sello de una instrucción toda nueva y celestial, y siempre en el modo más fácil y persuasivo. Las comparaciones, las semejanzas, ilustran de una manera admirable esta doctrina, dictada a veces con autoridad, que hace recordar lo dicho por San Juan en el Evangelio: ‘Jesús enseñaba con autoridad.’

A las tres partes de uniformidad, conformidad y transformación en la Voluntad de Dios, esta nueva doctrina agrega una cuarta cualidad en la cual todo resume, no expresada hasta ahora por ningún escritor, pero que  resuena en cierto modo en los Libros Santos, especialmente en el Salmista y en el Apóstol de los gentiles, y es: Obrar en todo EN la Divina Voluntad.

Esta fórmula al principio a muchos, es más, podríamos decir que a todos, les ha parecido como poco comprensible. Sin embargo algo debería comprenderse a primera vista si se considera la preposición “en”, la cual abre el campo a grandes significados...

​

Muchos me han pedido explicaciones sobre qué significa ese obrar y vivir en la Divina Voluntad. Estos admirables escritos, que piadosamente creemos ser dictados por el Divino Verbo Humanado, conducen poco a poco, a quien los lee con Fe de amor, a la comprensión de esta fórmula. De muchas maneras las revelaciones abren nuevos horizontes, no contemplados hasta ahora, sobre los misterios de la Voluntad Divina y sobre el obrar y vivir en Ella. Y una cosa es cierta: que aun antes de llegar al pleno conocimiento de lo que significa obrar y vivir en el Divino Querer, quien lee estos escritos no puede no quedar enamorado de la Voluntad de Dios, no puede no sentir nuevos vigorosos impulsos y un empeño divino de transformar todo sí mismo en la Divina Voluntad.” (Del prólogo a las “Horas de la Pasión,1926”)

 

“El tratado de la Divina Voluntad tiene la forma de una verdadera revelación. En él aparece Nuestro Señor hablando y revelando sorprendentes Misterios tales, ¡de enamorar a cada alma hacia su adorabilísima Voluntad!

​

No es uno más de los acostumbrados tratados sobre el hacer la Voluntad de Dios, sobre el uniformarse a la Voluntad de Dios, y semejantes, como hay en varios libros; sino que es algo muchísimo más elevado, más íntimo, más profundo. Es un secreto develado sobre el obrar en unión a la Divina Voluntad, y sobre los inmensos bienes inestimables que produce esto.

​

La piadosa Autora un día me decía: ‘Obrar en la Voluntad de Dios es muchísimo más que uniformarse a la Voluntad de Dios’. En efecto, al uniformarse en todos los eventos a la Voluntad de Dios, el alma de cierta manera sufre la Divina Voluntad como que estuviera obligada; en cambio, obrar en la Voluntad de Dios quiere decir identificarse de tal manera con todas las acciones e intenciones divinas, que el alma en Ella se dilata, se transforma, y con Dios y en Dios obra, quiere y goza, como obra, quiere y goza Dios mismo. Son verdades que se sienten y se comprenden más orando que razonando.” (De la Introducción al “Tratado de la Divina Voluntad”, 1917)

 

“Estas revelaciones dicen que esta ciencia de la Divina Voluntad formará Santos de una perfección más sublime que todos los Santos que hasta ahora ha habido. Si esta expresión a alguien le pueda parecer exagerada, yo lo invito a leer el Tratado de la Santísima Virgen del B. Luis M. Grignon, donde encontrará una página en la cual está dicho que surgirán en la Iglesia hombres de una santidad tal, a cuya comparación los más grandes Santos de la Iglesia no serán más que pequeños arbustos ante grandiosos árboles.” (Del prólogo a las “Horas de la Pasión”)

 

“Yo siempre insisto en este punto: la santidad no consiste en una fórmula. Para que se formen, con esta nueva Ciencia, santos que superen a los pasados, es necesario que los nuevos Santos tengan también, todas las virtudes, y en grado heroico, de los Santos antiguos, de los Confesores, de los Penitentes, de los Mártires, de los Anacoretas, de las Vírgenes, etc. etc.” (Carta a Luisa del 20/06/1924)

 

“Las revelaciones sobre la Divina Voluntad ¡son sublimes!... ¡Su doctrina me parece sublime y divina!” (Carta a Luisa del 20/may/24).

“Estoy leyendo sus escritos, siempre son revelaciones sublimes, comparaciones dignas del Creador Divino, como por ejemplo, aquella del latido del corazón ¡comparado al acto único del Fiat!” (Carta a Luisa del 12/jul/1926)

 “La Señora Obediencia le impone que escriba, de día o de noche, todo, todo lo que el Señor le revela: nada debe escaparse. Es palabra de la Sabiduría Increada, y una palabra vale más que todo el Universo. Por lo tanto no es lícito omitir ni siquiera una sílaba.” (Carta a Luisa del 4/sep/26)

​

Cada palabra de Nuestro Señor es más que una perla, más que un diamante. Nosotros no sabemos para qué almas futuras que están en su mente divina Nuestro Señor dice algunas palabras, ¡y las quiere escritas para el bien de aquellas almas!”

“La obra será bastante voluminosa, porque es el Verbo Divino quien habla, y es la Palabra sustancial del Padre Eterno…” (Carta del 19/nov/26)

 

2.La del Padre Doménico Franzé. Médico Cirujano. Profesor de Fisiología y Medicina misionera en el Colegio Internacional San Antonio. Socio de mérito de la Pontificia Academia Romana de Misiones. Roma. 20/jul/1931

“Reverendo Padre:

Hace ya casi un año, precisamente el pasado septiembre, que Vuestra Reverencia me entregó, también de parte de un importante personaje, dos ejemplares del libro titulado “EN EL REINO DE LA DIVINA VOLUNTAD” con el fin de que yo diera un juicio sobre dicha obra, cuyo autor se había atrincherado en el más estricto anonimato.

Pues bien, R. Padre, como sabe, no me he contentado con leer dicho libro, sino que he querido conocer además -para poder enjuiciarlo mejor- a la persona que lo ha escrito.

​

Y después de haberlo leído y de haber hablado con quien lo ha escrito, no me he detenido sólo en mi convicción sino que he solicitado asimismo el parecer de algunos de entre mis competentes Hermanos religiosos, de uno de los cuales le incluyo una breve relación; se trata del Padre Consalvo Valls, profesor de Teología en este nuestro Colegio Internacional de San Antonio y examinador delegado para la revisión de nuestros libros (esta relación se incluye más abajo).

​

En verdad, a quien no tuviera tiempo ni ganas para recorrer el libro, le bastaría ver el índice del mismo para ver cómo un alma llamada por Dios a la perfección se eleva con pasos y subida graduales, por los caminos del desapego y del anonadamiento, de las tentaciones y de las pruebas, entre las cuales hay una durísima, que se prolonga desde hace ya más de 46 años.

​

A mí, que soy médico, me causa sencillamente estupor el hecho de que en la paciente no haya encontrado ninguna llaga o erosión de la piel, en una persona obligada a estar inmóvil en cama durante un periodo tan largo de años.

​

A mí, que soy Religioso Regular, me da mucho consuelo haber recibido seguridades de que, durante tan larga serie de años, ni los médicos, ni los Confesores, ni los Arzobispos diocesanos, hayan descubierto jamás engaño alguno, después de haber hecho pruebas exhaustivas.

​

A mí, finalmente, que soy Sacerdote, se me alegra el alma por haber comprobado que en la paciente hay no/ sólo toda la delicada integridad de las virtudes cristianas, sino además un alma que tiende a la perfección iluminada por una gracia especial.

​

Aparte de todo lo que Nuestro Señor parece que se digna obrar en esta alma, para purificarla y hacerla digno instrumento de misericordia para sus semejantes, yo noto en estos escritos una idea predominante, que podría llamar LA IDEA MADRE DE LA EXISTENCIA DE ESTA CRIATURA: LA DIVINA VOLUNTAD.

​

La pobre paciente llama a todas las almas a que penetren en el mal de cada una de las voluntades personales y quiere hacer constatar que, así como uno es el mal común de todas las voluntades humanas, es decir, el pecado, así una sola es la medicina universal para todos los hombres pecadores, es decir, que LA SANTÍSIMA VOLUNTAD DE DIOS SEA LA VIDA DE LA VOLUNTAD HUMANA.

​

Si el libro del que hablamos no hiciera más que inculcar en el lector los derechos de Dios y de su Divino Querer y afirmar su poder supremo sobre todas las voluntades humanas y sobre todos los poderes y los reinos de nuestra minúscula tierra, yo diría que eso sería ya MUCHO para el bien de las almas.

​

Reverendo Padre, con juicio de médico y de sacerdote le digo que solamente un espíritu tan mortificado y perennemente mortificado, SOLAMENTE UNA VOLUNTAD HUMANA FUNDIDA EN LA VOLUNTAD DIVINA puede llegar a concepciones tan básicas y fundamentales como las que manifiesta esta alma, la cual, sin estudios y sin escuela, estando sola en el lecho de su dolor, con una verdadera cultura literaria, teológica y ascética limitadísima, HABLA CON VERDADERA COMPETENCIA de los temas más abstrusos, de la solución a los problemas más difíciles y CONDUCE AL ALMA QUE LEE SUS ESCRITOS A LOS CAMPOS MAS PERFUMADOS DE LA VIRTUD.

​

No es ahora el momento, desde luego, de que yo dé cuenta de las pruebas físicas, psicofísicas y morales que he experimentado en la paciente. Yo tengo la certeza moral, y también porque quien escribe tiene ya 65 años bien maduros y es ajeno a todo lo que sabe a mundo y a todo lo que sabe a inmoderación, yo TENGO LA CERTEZA MORAL, repito, por cuanto le es dado al hombre, de que el libro que Vuestra Reverencia me ha presentado PODRÁ HACER UN GRAN BIEN, sobre todo porque PROCEDE DE UN ESPÍRITU RECTO Y SIN FICCIÓN.

​

Le doy las gracias por la hermosa ocasión que me ha dado y me encomiendo a sus dignas oraciones, mientras me confirmo de Vuestra Reverencia afectísimo en Jesucristo”.

Fray Doménico Franzé

 

 

        3. Resumen de la opinión del Padre Consalvo Valls, OFM. Profesor de Teología Dogmática, Moral, Ascética y Mística, Colegio Internacional de San Antonio. Roma:

“Reverendo P. Franzé:

He leído y estudiado el libro titulado “EN EL REINO DE LA DIVINA VOLUNTAD”. Y después de haberlo meditado en algunos de sus puntos, puedo declarar lo siguiente:

​

I. Bajo el aspecto dogmático: Lo he encontrado conforme en todo con las enseñanzas recibidas de la Santa Iglesia y manifestadas en las fuentes de la Revelación, incluso cuando habla sólo de paso de cuestiones dogmáticas, como... (Y sigue una serie de puntos analizados, y los comentarios a los mismos son: “Exactitud teológica sublime y maravillosa...”, “Exactísimo también el concepto... sin estridencias y con maravillosa armonía”, “Nunca se repite, sino siempre encuentra nuevos y bellísimos aspectos, sin separarse ni por un instante del recto concepto de esas verdades de Fe”. etc.) Es cierto que acá y allá se encuentran incertidumbres y a veces incluso cosas raras, que necesitarían alguna explicación; pero es también verdad que por cuanto más se reflexiona en las mismas, más desaparece la aparente disonancia de la primera impresión. Por lo demás, Jesús mismo se lo dice al alma cuando la tranquiliza de los temores que ella siente de escribir disparates...

​

II. Bajo el aspecto ascético: Es justísimo en todas sus apreciaciones, bien sea al presentar los medios activos de santificación (oración, trabajo, cumplimiento de los propios deberes, sacramentos, prácticas de piedad, lecturas, mortificación, etc.), bien sea especialmente en las amplias enseñanzas que da sobre las virtudes mismas... Nota: para justificar todos estos puntos (que el autor enumera) haría falta citar todo el libro...

​

III. En cuanto a los fenómenos místicos: El libro parece verdaderamente inspirado (De los numerosos puntos que señala, indicamos, por ejemplo, este: “Diferencia entre el conocimiento abstractivo y el conocimiento intuitivo de Dios y del alma misma. La demostración que hace del intuitivo es una demostración psicológica y experimental de la doctrina teológica acerca del modo de obrar divino de los dones del Espíritu Santo y de los sentidos espirituales, por contraposición al modo de obrar humano de las virtudes, etc.)

​

IV. Por lo que se refiere al autorretrato de esta alma: Se ve que vive intensamente la vida de la gracia, de la cual hace descripciones tan bellas y exactas como solamente los dones del Espíritu Santo pueden darle el conocimiento y además la ciencia de poderlas expresar. De estos dones en plena actividad proviene esa contemplación de Dios en sus atributos y en su vida trinitaria, esa contemplación de Cristo y de la Ssma. Virgen en sus misterios, esa visión tan consoladora y maravillosa de la Divina Voluntad que gobierna al mundo... No de otra fuente, más que de la gracia divina, que absorbe todo el ser de esta alma, puede proceder esa resolución y esa generosidad con las que se entrega a los más grandes sacrificios íntimos que le pide su Amado; esa delicadeza y vivacidad de sentimientos...; igualmente la inmensa caridad hacia el prójimo, que brota y tiene por fundamento el amor a Jesús... Y sobre todo, sólo de la gracia puede venir ESA SUBSTITUCIÓN DE SU PROPIA VOLUNTAD POR LA VOLUNTAD DEL SEÑOR, que la hace permanecer en paz, segura y contenta en medio de las más grandes tribulaciones, sufrimientos, sequedades, y que constituye la misión particular de esta alma.

​

Por todas estas observaciones, hechas así, de volada, acá y allá, y cotejando, yo nutro la íntima persuasión de que la persona en cuestión es un alma de Dios y que ES DIVINA LA OBRA QUE SE CUMPLE EN ELLA. No conozco la vida, ni la historia de esta alma, pero para justificar este concepto mío me basta el examen de este libro y el efecto QUE YO MISMO he experimentado con su lectura, la que destilaba en mi espíritu nuevas ansias de mejorar espiritualmente. SÓLO DIOS TIENE LAS LLAVES DEL CORAZÓN Y LO HACE VIBRAR HACIA LA SANTIDAD...” (etc.).

De Vuestra Reverencia, afectuosísimo hermano.”

Fray Consalvo Valls.

 

        4. Padre Antonio Resta, OFM, uno de los Teólogos encargado de examinar los escritos de Luisa dentro del Proceso Diocesano                 (entre 1994-2005):

​

“Después de atento examen estoy en posibilidad de poder afirmar que NO HAY NADA QUE VAYA CONTRA LA FE O LAS COSTUMBRES. Más aun, me siento en deber de agregar que, considerando el modesto grado de cultura de la Piccarreta, los DIVERSOS TEMAS TEOLÓGICOS presentes SON TRATADOS CON SEGURIDAD DE DOCTRINA Y CON LAUDABLE PROPIEDAD DE LENGUAJE. Me refiero específicamente a los siguientes temas: Santísima Trinidad, Creación, Unión Hipostática, vida sacramental, Dios (atributos), Encarnación, María Santísima.” 

​

 “El hecho que la Causa de Luisa haya pasado al Vaticano es importante porque quiere decir que no hay ningún obstáculo, significa que el Obispo Responsable no encontró nada contrario a la fe, pues de haber encontrado algo su Causa no habría pasado al Vaticano. Por lo tanto, las personas pueden con toda confianza leer sus escritos e inspirarse en su espiritualidad”. 

​

Dentro del Proceso Romano de Beatificación de Luisa otros dos teólogos nombrados por la Santa Sede han examinado todos los escritos de Luisa y para julio de 2010 se pronunciaron afirmando que en todo lo escrito por Luisa no hay nada contra la Fe, no hay errores teológicos o herejías.

 

Por el contrario, hay sacerdotes o personas sin autoridad de la Iglesia para juzgar los escritos de Luisa, pues no han sido llamados por el Arzobispo de Trani o nombrados por el Vaticano como revisores o censores, sin embargo dan públicamente su opinión personal en contra de lo que han afirmado los sacerdotes con autoridad, tachando temeraria e imprudentemente de errores y herejías los escritos de Luisa; al obrar así no están en comunión con la Iglesia, con los Responsables de llevar a cabo el estudio de los escritos de Luisa, no siguen el orden establecido para estos casos por la Iglesia y provocan confusión y desorden. Así expresa este hecho el Arzobispo de Trani:

​

“Deseo dirigirme a quienes afirman que los escritos contienen errores doctrinales. Esto, al día de hoy, no ha sido confirmado por ninguna declaración ni de la Santa Sede ni mía. Quisiera hacer notar que, al afirmar esto, además de adelantarse al legítimo juicio de la Iglesia, tales personas escandalizan a los fieles que se nutren espiritualmente de esos escritos, sembrando también sospechas sobre quienes favorecemos el progreso de la Causa.” (Comunicado 3, 1/nov/2012)

​

Ante tales opiniones discrepantes el Arzobispo de Trani nos ha recomendado “evitar escuchar pareceres de teólogos que NO son obedientes a la Iglesia.” (Doc. Oficial del 16/ago/2003)

 

Ahora bien, hablando del contenido de los escritos de Luisa, ¿dónde está lo singular de Luisa, lo que la distingue de todos los demás? Digámoslo pronto y con palabras sencillas: en que es la primera en VIVIR DE LA VOLUNTAD DIVINA, a imitación perfecta de la Humanidad de Nuestro Señor: “Mi alimento es hacer la Voluntad de mi Padre”... y a imitación perfecta de la Ssma. Virgen: Fiat Mihi...

Los santos y la Iglesia han conocido hasta ahora la CONFORMIDAD con la Voluntad de Dios, el pleno abandono, hasta la UNIÓN con la Voluntad de Dios, con el Querer Divino. Podemos tomar como ejemplo de esto los conceptos de San Francisco de Sales o de San Vicente de Paul (y podríamos citar cientos, pero baste con esto) en la siguiente expresión: “Vaciarse de sí mismo y unir su voluntad tan totalmente a Dios que no resulte más que una con la suya...” Este, podríamos decir, es el punto más elevado. Y la doctrina de Luisa ¿qué diferencia tiene con esta UNIÓN de voluntades? Que de la unión de los quereres, ya conocido por algunos Santos, Luisa pasa a la ACTIVIDAD de la unión, a la ACTIVIDAD (y VIDA) de la criatura en la Divina Voluntad, sus efectos, etc.

Podemos decir que todo esto es el gran tema y el principal de estos escritos.

 

 

José Luis Acuña Romero

Alejandra Acuña Rincón

SITUACIÓN ACTUAL DE LUISA PICCARRETA EN LA IGLESIA (2020) / DIVINA VOLUNTAD
(Por Alejandra Acuña)
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https://youtu.be/eNFnHNPX0sM

-   Cómo se ejerce la autoridad en la Iglesia.

-   «Ecclesia in Episcopo».

-   Los obispos de Luisa se han ocupado de ella en vida y después de su tránsito al Cielo. 

-   Documentos oficiales que han escrito y publicado los obispos de Trani con respecto a Luisa.

-   La Causa de Beatificación de Luisa ya pasó de su Diócesis al Vaticano. La implicación que tiene esto, dicho por el Card. Juan Sandoval Íñiguez.

-   Ejemplo del Card. José Saraiva Martins Prefecto Emérito de la Congregación para las Causas de los Santos, que participó en el rezo las “Horas de la Pasión” en público en una Iglesia de Corato, en 2015 con el Arzobispo de Trani, con más sacerdotes y fieles.

-   La Biografía de Luisa publicada por el Vaticano: “El Sol de Mi Voluntad” es otro documento oficial.

-   Para Vivir en la Divina Voluntad hay que estar en comunión con la Iglesia en su doctrina y en su disciplina, a ejemplo de Luisa.

-   Nuestro canal: «Vivir en la Divina Voluntad» se inspiró en las indicaciones de los obispos de Trani, de ayudar a leer y a enteder los escritos de Luisa según la doctrina católica.

RESPUESTA A OBJECIONES CONTRA LUISA PICCARRETA / DIVINA VOLUNTAD
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https://youtu.be/hJxU-PA3xtI

Estado de la Causa de Beatificación de Luisa hasta ese momento (1999).

Ataques del demonio contra los Escritos. Vol. 17, 22/sep/1924

Luisa ¿se iguala con la Ssma. Virgen? Vol. 17, 15 abril 1925 y Vol. 29, 19 mayo 1931.

Modos místicos de Jesús y Luisa. Vol. 28, 9 julio 1930

Costa Rica   Nov. 1999

5. PRUEBAS DE QUE LO DE LUISA PICCARRETA ES DE DIOS.
(Por José Luis y Alejandra Acuña) 
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https://youtu.be/c1jbTbH7Q1g

(Por José Luis y Alejandra Acuña)
 
-   Por qué algunos no aceptan a Luisa.

-   Fiarse del propio juicio sin investigar con humildad el juicio de los que han sido puestos por Dios y por la Iglesia para juzgar es soberbia.

-   El obispo del lugar es el responsable de estudiar, analizar y juzgar cada caso. 

-   Pruebas por las que la Iglesia se da cuenta de que Jesús le hablaba a Luisa:

-   Prueba de la obediencia

-   Prueba del amor al sufrimiento

-   Prueba de la paz

-   Pruebas de milagros y profecías cumplidas.

-   Opinión de San Aníbal M. di Francia sobre Luisa y sobre sus escritos.

-   Apertura y apoyo del Cardenal Joseph Ratzinger y del Obispo Ricardo Guízar.

-   Dos corrientes respecto a Luisa.

-   Hay que tener mucho cuidado con la interpretación de los escritos de Luisa; no usarlos para intereses propios o de fundaciones.

CÓMO LEER LOS ESCRITOS DE LUISA CON PROVECHO / DIVINA VOLUNTAD / LUISA PICCARRETA
- Leer despacio, meditar, aplicar a la propia vida, orar con ese nuevo conocimiento, con la intención de quererlo hacer así.- Vivirlo en la vida diaria._____...
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https://youtu.be/qJnWDoTN0SU

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